La escoliosis es, a día de hoy, una de las deformidades óseas más frecuentes e importantes en niños con parálisis cerebral infantil. Para ésta, el papel de la fisioterapia es muy importante tanto en prevención cómo en tratamiento.

Una columna vertebral sana está comprendida por cuatro curvas: Dos cifosis; dorsal y sacra; y dos lordosis; Cervical y lumbar. 

                La escoliosis se define como una alteración irregular de la columna vertebral que genera una curvatura anómala. Esto se debe a que hay una rotación en alguna de las vértebras o en varias a la vez  y se puede dar tanto a nivel cervical, lumbar o dorsal. La más común es la dorso-lumbar. Esta curvatura se caracteriza por tener una zona de convexidad y una zona de concavidad como vemos en la siguiente imagen: 

Escoliosis

                Si se aprecia una curvatura anómala en el crecimiento del niño pero no tiene rotación vertebral, no se considera escoliosis sino actitud escoliótica, la cual observaríamos que se corrige con una flexión hacia delante del cuerpo manteniendo las piernas rectas y los brazos hacia adelante, introduciendo la cabeza entre los mismos (test de Adams).

Actitud escoliótica

Actitud escoliótica

Escoliosis

Escoliosis

La escoliosis en niños con parálisis cerebral infantil es bastante común debido a varios factores:

  • El mantenimiento prolongado de posturas inadecuadas en el aula, en casa…
  • La atrofia de la musculatura y desequilibrios musculares y articulares que se generan debido a tener una capacidad de movimiento menor de la normal y a las propias condiciones de la enfermedad que padecen.
  • Ausencia de tratamiento ortésico(corsés) en los casos que se necesita o el fracaso del mismo en el caso de haberse llevado a cabo.

                La prevención de esta deformidad es muy importante, ya que una vez que está avanzada, la corrección es  muy complicada, solo es posible su mantenimiento. La prevención se centra en el control postural de los niños durante todo el día, evitando el mantenimiento de la misma postura durante un tiempo prolongado. En este aspecto es de vital importancia la adaptación de la cama de cada niño, así como de la silla de ruedas que se elige para cada persona, ya que éstos pueden experimentar un cambio de estatura en un periodo corto de tiempo,  pudiéndose quedar pequeña la silla, una circunstancia que aumenta el problema.

                Otro aspecto a tener en cuenta en cuanto a la prevención es la realización de un tratamiento ortésico, pautado por el médico correspondiente, siempre y cuando sea necesario, para frenar el crecimiento irregular de la columna vertebral.

                También se han de realizar ejercicios de fortalecimiento de la musculatura de la espalda, así como estiramientos de la misma, ya que un tono inadecuado en los grupos musculares implicados en el crecimiento y movilización de la columna vertebral así como los encargados de la postura pueden favorecer el desarrollo de esta deformidad.

                Sobre el tratamiento, se centra principalmente en el estiramiento de la zona de la convexidad de la curvatura, activando de esta manera la musculatura espinal y favoreciendo la normalización de la columna vertebral o, al menos, evitando el aumento de la deformidad.

                El tratamiento cambia en función de las características del niño:

                – En niños con capacidad de colaborar, se realizan principalmente ejercicios en los que es el niño quien realiza los movimientos, él solo si puede o con nuestra ayuda, ya que de esta manera la implicación muscular es mayor.

                – En niños que no pueden colaborar, el fisioterapeuta utiliza ejercicios pasivos trabajando desde la postura, ayudándose con movilizaciones de miembros inferiores y superiores.

                Para concluir, en los niños con parálisis cerebral infantil que comienzan a desarrollar una escoliosis, es imprescindible controlar la postura lo más prematuramente posible, acompañado de ejercicios pautados por un fisioterapeuta y realizando un seguimiento para evitar el aumento de la deformidad.

Alejandro Romero Leyva
Fisioterapeuta – Asociación San José

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